Por fin, hemos vuelto a celebrar la Calçotada del Pere, uno de los actos emblemáticos del Club que, tras dos años de “encierro”, con el único paréntesis de otro de los ágapes típicos, el “Dinar de Nadal”, ahora ya hemos podido cruzar la plaza de España y nos pudimos sentar en la misma mesa, como cuando éramos jóvenes.
Este año hemos tenido ausencias irreemplazables, amigos que el maldito virus se nos llevó, y otros que, por compromisos anteriores, y no por temas laborales, si no por temas médicos, revisiones se entiende, tampoco han podido asistir, pero aquellos que si fueron nos dejaron a todos en buen lugar, en la cata de calçots y resto de pitanzas.
Como siempre no faltaron calçots, en cantidad y calidad, acompañados de los clásicos embutidos, els porrons i las cañas de cerveza, para los más lights, porqué problemas para conducir no los hay.