EDITORIAL

Este blog es un medio de expresión del Grupo La Poma (Elite), un grupo de profesionales de turismo que todos los jueves se reúne alrededor de una mesa.

Los temas que en el se tratan son varios, y casi siempre se trata de temas vinculados con nuestra vida cotidiana.

No pretendemos cambiar nada, y solamente queremos fomentar la amistad entre todos nosotros, el mundo ya lo cambiaran otros que para esto les pagamos, aunque ciertamente lo están haciendo bastante mal.

Los que hemos puesto este proyecto de Blog en marcha, solo pretendemos que todos podamos plasmar nuestros comentarios más serios, se pueden incluir todos los apartados que hagan falta, y está abierto a quien quiera participar, si no es de nuestro agrado, lo quitamos del Blog y en paz.


Como ya se ha ido demostrando que no todos están duchos en el tema de plasmar comentarios, estos se pueden hacer por email a EliteLaPoma@gmail.com, y el webmaster los pondrá, con sus réplicas y contra réplicas, pero lo importante es que dentro de unos cuantos años podremos rememorar estos tiempos que nos a tocado vivir, pero con las alegrías que hemos pasado juntos, y alguna que otra tristeza.

Animaros.

22 febrero, 2018

ESCAPADA 2, AL BARRI GOTIC

Coincidiendo con la tradicional Calçotada que todos los años celebramos, bajo la batuta de nuestro querido Pere Cusó, los más intrépidos jubilados del Club, decidimos realizar una visita a los orígenes de nuestra ciudad.

Nos encontramos en un punto clásico el  Hard Rock Café de Plaza Catalunya a les 9.30, donde nos encontramos con Sonia Viver que fue nuestra fantástica guía en esta especial ocasión.

Desde allí a pie empezaremos la visita del Barrio Gótico.

PUERTA DEL ANGEL
En la Alta Edad Media esta zona quedaba fuera de la muralla romana y condal y por este lugar bajaba una riera, que después giraba para pasar por delante de la iglesia del Pi y desembocaba en el Cagalell i Merdançar (una riera que pasaba por las Ramblas y que se llamaba así porque en ella iban a parar todas las aguas residuales y pestilentes), y pasaba uno de los caminos que salían de la ciudad desde el portal del obispo. Hacia el siglo X, a medida que se iban formando rabales –las nuevas villas- fuera de las murallas, se empezó a edificar alrededor del camino, el cual se ha denominado Vilanova dels Arcs (Villanueva de los Arcos, en castellano) y una vez edificado la muralla del siglo XIII se abrió aquí un portal que llamaron "dels Orbs" (de los ciegos, en castellano) porque se reunían personas con ceguera, junto con todo tipo de pobres y lisiados que vivían en barracas no demasiado lejos.
Cuentan que durante la visita de Vicente Ferrer a Barcelona en el año 1419, un ángel se le apareció es este lugar y le explicó que estaba allí para velar por la ciudad y de este hecho proviene el nombre actual. Este nombre se convirtió en oficial el 30 de enero de 1466 por iniciativa del rey Pedro el Ceremonioso en agradecimiento del fin de una epidemia de peste en la ciudad. Unos meses más tarde, en noviembre de 1466, cuando el monarca ya había muerto, se colocó una imagen del Ángel Custodio encargada por el rey. Esta escultura, situada en una capilla en la muralla, estuvo allí hasta 1859, momento en el que se derribaron las murallas y la imagen se trasladó a la puerta de la iglesia de Santa Anna, primero, y posteriormente a la iglesia del Àngel Custodi d'Hostafrancs (en aquel momento nueva) hasta que fue destruida por la Guerra Civil en los arrebatamientos anticlericales producidos en Cataluña.

Durante mucho tiempo, cuando estaba el ángel, el 2 de octubre se celebraba una fiesta en su honor y se comían granadas ya que se decía que protegían contra enfermedades infecciosas.

Actualmente, en la Puerta del Ángel vuelve a haber la imagen de un ángel, situada en una hornacina del edificio del Banco de España. Esta imagen fue realizada en 1957 por Ángel Ferrant (Madrid, 1891-1961), a partir de una propuesta de Eugeni d'Ors.

QUATRE GATS
Ubicado en la calle Montsió (o Montesión) en los bajos de la casa Martí, un edificio neogótico del arquitecto Josep Puig i Cadafalch (1896).​ Los impulsores principales del local fueron los pintores Santiago Rusiñol, Ramón Casas, Pompeyo Gener, Joaquín Mir Trinxet y Miquel Utrillo. El hostelero era Pere Romeu i Borràs, personaje de una fisonomía muy característica que constituía la imagen viva del local y promotor del deporte en Barcelona.​

Els Quatre Gats se inscribía en una larga tradición de tertulias, cenas y reuniones de arte propias de la ciudad de Barcelona, aunque su inspiración directa fue el cabaret Le Chat Noir ("el gato negro") de París, cuyo nombre parafrasea, poniéndolo en relación con la frase hecha que identifica "cuatro gatos" con una concurrencia escasa.​

Se realizaron exposiciones de arte (la primera muestra individual que Pablo Picasso realizó en su vida tuvo lugar allí en febrero de 1905, veladas literarias y musicales, espectáculos de títeres y sombras chinescas.​

Durante 1899 fueron publicados 15 números de la revista Quatre Gats.​

Además del joven Picasso, otros de sus más famosos concurrentes fueron el arquitecto Antoni Gaudí, el escultor Julio González, el historietista Ricard Opisso y el músico Isaac Albéniz. El director Woody Allen rodó algunas escenas de su película Vicky Cristina Barcelona en Els Quatre Gats

A raíz de las deudas que le generó la cervecería, Pere Romeu cerró las puertas de su local en 1903. Reabrió como bar restaurante en la década de 1970, primero en manos de los empresarios Pere Moto, Ricard Alsina y Ana Verdaguer, y desde 1989 a cargo de Josep María Ferré.

A continuación, iremos por las estrechas calles hasta la Catedral de Barcelona.

CATEDRAL DE BARCELONA
La Santa Iglesia Catedral Basílica de la Santa Cruz y Santa Eulalia también llamada, en lugar de catedral, Seo— (en catalán, Seu) es la catedral gótica de Barcelona, sede del Arzobispado de Barcelona.

La catedral actual se construyó durante los siglos XIII a XV sobre la antigua catedral románica, construida a su vez sobre una iglesia de la época visigoda a la que precedió una basílica paleocristiana, cuyos restos pueden verse en el subsuelo, en el Museo de Historia de la Ciudad. La finalización de la imponente fachada en el mismo estilo, sin embargo, es mucho más moderna (siglo XIX). El edificio es Bien de Interés Cultural y, desde el 2 de noviembre de 1929, Monumento Histórico-Artístico Nacional.

Está dedicada a la Santa Cruz desde el año 599 y se añadió a partir del año 877 a Santa Eulalia,​ patrona de la ciudad de Barcelona (actualmente es más celebrada como tal la Virgen de la Merced que, estrictamente, es patrona de la diócesis de Barcelona, pero no de la ciudad), una joven doncella que, de acuerdo con la tradición católica, sufrió el martirio durante la época romana. Una de tales historias cuenta que fue expuesta desnuda en el foro de la ciudad y que milagrosamente, a mitad de primavera, cayó una nevada que cubrió su desnudez. Las enfurecidas autoridades romanas la metieron en un barril con vidrios rotos, clavos y cuchillos clavados en él y lanzaron cuesta abajo el barril (de acuerdo con la tradición, se trataría de la calle Baixada de Santa Eulàlia, Cuesta de Santa Eulalia). Y así, hasta trece martirios diferentes, uno por cada año de edad de la santa. Finalmente, fue crucificada en una cruz en forma de aspa, que es el emblema de la catedral y la diócesis, así como el atributo iconográfico de la santa.

La catedral cuenta con un claustro gótico en el que viven trece ocas blancas (se cuenta que Eulalia tenía trece años cuando fue ejecutada y que pastoreaba ocas en su predio de Sarrià.

Las obras de la catedral se “paralizaron” en 1463 a falta de terminar su fachada, obra que no se reinició hasta el año 1883, después de casi cuatrocientos años sin hacer grandes obras en la catedral, gracias al promotor Manuel Girona i Agrafel y sus hijos, se reanudaron las obras, se convocó el concurso para la edificación de la fachada en el año 1882, estableciendo como criterio estilístico a seguir el gótico.​ Fue adjudicado a Josep Oriol Mestres, arquitecto titular de la catedral desde el año 1855.​ Se inspiró en las trazas realizadas en el año 1408 por Carles Galtés de Ruan.​

La fachada neogótica de 40 metros de ancho, consta de la portada flanqueada por dos torres con altos pináculos, está ornamentada con todo tipo de elementos de estilo gótico de líneas verticales y con gran profusión de imágenes de ángeles y santos.

El cimborrio, diseñado por el arquitecto Augusto Font Carreras tiene una altura de 70 metros y se llevó a cabo entre los años 1906 y 1913. El coronamiento exterior del cimborrio, se concluye con la imagen de Santa Elena, madre de Constantino, que se dice fue la que reencontró la verdadera Cruz, advocación de la catedral junto con la de Santa Eulalia; esta escultura fue realizada por el artista Eduard Alentorn. En las terminaciones de las cresterías hay imágenes de ángeles alados.

Construida a partir de diferentes estilos artísticos, junto a las murallas romanas de las cuales quedan hoy día importantes restos.

CASA DEL ARDIACA
En este edificio vivía la jerarquía eclesiástica de los Arcedianos desde el siglo XII cuando la catedral de Barcelona empezó a tomar la forma gótica actual. Se han sucedido múltiples reformas en el edificio desde entonces. La más significativa es la realizada por Lluís Desplà i d'Oms en el siglo XVI. Esta reforma convirtió a la Casa en un Palacete de estructura gótica (de organización libre ya que siempre ha estado condicionada al terreno). Con portada de decoración Renacentista, patio interior columnado, galería, escalinata y fuente central.

En 1870 la casa fue comprada en subasta por Jordi Altimira. Este, junto con Josep Garriga fue el artífice de una importante remodelación del edificio al unirlo con la vecina Casa del Degà. El patio se convirtió en claustro con estas reformas.

Posteriormente, en 1895 pasó a ser la sede del Colegio de Abogados de Barcelona que en 1902 encargó al arquitecto Lluís Domènech i Montaner la decoración del edificio, incluyendo el buzón modernista en la fachada.

Finalmente en 1920 pasó a ser propiedad del Ayuntamiento de Barcelona, y desde 1921 es la sede del Archivo Histórico de la Ciudad de Barcelona. La adecuación del edificio para esta función la dirigió Josep Goday a partir del planteamiento de Agustí Duran i Sanpere. Santiago Marco se encargó de la decoración.

La muralla romana es visible desde el interior del edificio, en la planta baja.
En el patio hay una gran palmera y la fuente que el día de Corpus Christi se decora con un l'ou com balla.

PALACIO EPISCOPAL
Entre 1768 y 1773, por iniciativa del obispo Josep Climent, se reconstruyeron las dos alas edificadas en el siglo XVI, a causa de su deterioro, estando las obras a cargo de Pedro de Lucuze. Al tiempo se realizaron diversas obras más, como una nueva mayordomía, un salón delante de la secretaría, una torre-campanario y una escalera al segundo piso. También probablemente se efectuó en el transcurso de estas reformas una remodelación del patio, con unas ventanas balconeras y esgrafiados en las paredes, que se perdieron en la reforma historicista practicada en 1928.

En 1769 se realizó la fachada de la calle Bisbe, estructurada en tres bandas horizontales, de líneas sencillas y sobrias. La puerta principal está enmarcada por una doble pareja de pilastras jónicas que sostienen un arco rebajado, sobre el que se encuentra un friso con el escudo del obispo Climent.


Fachada de la plaza Nueva.
Entre 1782 y 1784 se amplió el palacio con un nuevo edificio con fachada a la plaza Nueva, obra de Josep Mas i Dordal. Tiene una estructura de cuatro plantas, con una fachada de aspecto neoclásico con un cuerpo central rematado en frontón, con un conjunto de ventanas y balcones alineados, algunos enmarcados por molduras y otros rematados por bajorrelieves, y con el escudo del obispo Gabino Valladares. Originalmente la fachada estaba decorada en las entrepilastras con unas pinturas de Francesc Pla el "Vigatà", aunque hoy día solo quedan unos restos en el paramento central de la planta noble. Del interior destaca la Sala del Trono, decorada igualmente con pinturas del Vigatà, alusivas al Antiguo Testamento.​

A principios del siglo XIX se realizaron algunas reformas, a cargo de Tomàs Soler i Ferrer. En 1816 se adquirió una casa en la calle de la Palla que fue incorporada a la parte nueva del palacio, obra efectuada igualmente por Soler. También a mediados de siglo se incorporaron diversas casas de la calle Montjuïc del Bisbe al ala del siglo XVIII. En 1889 se restauró la Torre Bisbal —la tocante al palacio de las dos torres romanas—, a causa de su mal estado de conservación.

Proyecto de urbanización de la plaza Nueva, de Lluís Domènech i Montaner (1912).
Entre 1908 y 1913 se realizaron algunas pequeñas intervenciones, como la remodelación de la galería del primer piso, donde se cerró el espacio anteriormente abierto al exterior y se reaprovechó para instalar una capilla. También se remodeló entonces la Sala Cardenal Casañas. En 1912 el arquitecto modernista Lluís Domènech i Montaner elaboró un proyecto no realizado de urbanización de la plaza Nueva, que abría supuesto la reinstauración del puente entre las torres, esta vez en forma de arco triunfal, así como la remodelación de la fachada del siglo XVIII en estilo neorrománico, con una torre cuadrangular en la esquina con la calle de la Palla, mientras que en el otro lado de la plaza situaba un edificio de nuevo cuño de estilo neoclásico.

En 1928 el edificio fue restaurado por el arquitecto diocesano Enric Sagnier, fecha en que se construyó la fachada de la plaza Garriga i Bachs, que destaca por sus esgrafiados, como los de los santos Paciano y Olegario. La reforma de Sagnier no fue muy respetuosa con las construcciones anteriores, que quedaron muy desvirtuadas, especialmente en cuanto al patio, que cambió por completo de fisonomía. Se eliminaron todos los elementos barrocos y neoclásicos, sustituidos por estilos historicistas (neorománico y neogótico).

En esa fecha se instaló en el patio del palacio una fuente con una columna en cuyo capitel se encuentran cuatro bocas de agua en forma de cabeza de ángel, en el centro de un pequeño parterre rodeado de cuatro farolas; sobre la columna se encuentra una imagen de la Virgen María, titulada Mater Divinae Gratiae, obra original de Josep Maria Camps i Arnau que fue sustituida en 1959 por otra de Tomàs Bel i Sabatés debido a la erosión de la piedra.

En 1943 se instaló en una hornacina de la fachada de la calle Bisbe el monumento al obispo Irurita, obra de Vicente Navarro.

ESGLESIA DE SANT FELIP NERI
La plaza de San Felipe Neri, es una plaza singular de Barcelona, que recibe el nombre de la iglesia homónima de estilo barroco que la preside. En mi época aeronáutica iba allí cuando la tensión me superaba, me sentaba en su fuente y me fumaba algún que otro cigarrillo y regresaba a la lucha, casi como nuevo.
La plaza se erige sobre el antiguo cementerio medieval de Montjuic del Obispo, destruido durante la Guerra Civil Española.​ La Iglesia de San Felipe Neri tiene anexada la casa de la Congregación del Oratorio de San Felipe Neri, a la cual también se puede acceder desde la misma plaza.

La plaza está rodeada de casas de estilo renacentista. Es la sede de las antiguas casas de los gremios de Caldereros y Zapateros,​ esta última es actualmente la sede del Museo del Calzado de Barcelona.​ En el centro de la plaza se encuentra una fuente de agua con base octogonal.

En las paredes de la Iglesia de San Felipe Neri todavía se pueden ver los reductos de la metralla de una bomba lanzada por la aviación del bando sublevado durante la Guerra Civil. Fue el 30 de enero de 1938 cuando el artefacto explotó donde ahora está la plaza, provocando cuarenta y dos víctimas mortales, la mayoría de las cuales eran niños que habían ido a refugiarse en el subterráneo de la iglesia y que murieron a causa de la deflagración.​ Aparte de las muertes, también quedaron destruidas totalmente las casas adyacentes a la plaza.

El arquitecto municipal Adolf Florensa fue el encargado del proyecto de reconstrucción, se decidió adaptar dos fachadas renacentistas de dos edificios que no habían sido reconstruidos, para poder crear dos accesos a la plaza.​ Finalmente, se recreó la fachada de la entrada de la calle de San Felipe Neri aprovechando elementos de los antiguos edificios.​

BARRIO JUDIO
El barrio judío (call en catalán) es el sector del actual Barrio Gótico de Barcelona, que antiguamente había sido una judería. El estilo de la zona, hoy en día, es muy similar al de muchos barrios judíos de Cataluña. Recientemente se ha descubierto una sinagoga antigua, que ha sido restaurada y abierta al público.

La comunidad judía habitó en esta judería hasta la revuelta antijudía de 1391, cuando fue asaltada y sus habitantes fueron obligados a convertirse. Muchos se dispersaron por el país, aunque otros fueron asesinados.

En época de las protestas antiisraelíes de 2008 con motivo de la Operación Plomo Fundido, la sinagoga del call, en la calle de Marlet nº 5, recibió un ataque (el segundo en la capital catalana) por parte de un militante del grupo Movimiento Social Republicano, el cual cometió algunos destrozos, además de golpear a un integrante de la Associació Call de Barcelona, que se encontraba en el edificio.

MUHBA El Call es un espacio del Museo de Historia de Barcelona situado en el corazón del Call, donde estuvo la casa del tejedor Jucef Bonhiac. Explica la trayectoria de la comunidad judía de Barcelona en relación con la historia de la ciudad y el esplendor de su legado cultural.

SINAGOGA
La Sinagoga Mayor de Barcelona (en catalán Sinagoga Major de Barcelona) era una antigua sinagoga existente en el centro de la ciudad de Barcelona, se cree que es una de las sinagogas más antiguas de Europa.​ El Rashb"a fue el rabino oficiante de esta sinagoga por unos 50 años.

Después de muchos años siendo usada para otras actividades, el edificio de la sinagoga fue reinaugurado como tal y como museo en el año 2002, gracias a los esfuerzos del historiador catalán Jaume Riera i Sans, el cual se encargó de ubicar exactamente el edificio que había sido la sinagoga, basándose en los documentos antiguos, como el recorrido de un recaudador de impuestos y las especificaciones aparecidas en el Talmud acerca de cómo debían construirse las sinagogas.

Actualmente, la sinagoga no es usada para rezos diarios, pero es usada para las festividades de la comunidad.

PLAÇA DEL REY
La actual plaza, junto con el terreno donde hoy se levanta el palacio del Lloctinent, formaban parte del corral del palacio real. Aunque quedaba cerrado por una muralla, era un espacio abierto al pueblo, usado durante siglos como mercado. La plaza a lo largo del tiempo ha tenido diferentes usos y en 1387, durante el reinado de Juan I, tuvo lugar la primera corrida de toros en Barcelona, según se recoge de forma oficial en el Archivo General de la Corona de Aragón.

El 7 de diciembre de 1492 en las escaleras de la entrada del Palacio Real Mayor el rey Fernando II de Aragón sufrió un intento de asesinato por Joan de Canyamars. Siendo posteriormente juzgado y condenado a muerte.

La actual disposición rectangular de la plaza se atribuye a un proyecto de urbanización llevado a cabo en la segunda mitad del siglo XIV, durante el reinado de Martín I, desplazando el mercado con objeto de crear un espacio apto para la celebración de justas.

A mediados del siglo XIX el ayuntamiento encargó al arquitecto municipal Francesc Daniel Molina la reforma de la plaza, que sufría la decadencia de los edificios del entorno, que habían perdido su uso noble. Molina construyó una fuente monumental, de estilo neogótico, que fue inaugurada el 16 de octubre de 1853. Entre la fuente y la capilla de Santa Ágata se instaló una columna, reconstruida con los restos de otras dos del antiguo Templo de Augusto, aparecidas tras el derribo de una casa de la calle Llibreteria.

Entre 1931 y 1934 se llevó a cabo una nueva reforma a cargo de Agustí Duran i Sanpere, que dio a la plaza, en gran medida, su aspecto actual. Se suprimieron los árboles y la fuente neogótica de Molina. En esta misma época se trasladó aquí la Casa Padellàs, ubicada originalmente en un tramo de la calle Mercaders derribado por la apertura de la Vía Layetana. A raíz de esta reconstrucción, se descubrieron en el subsuelo de la plaza unos importantes restos de la ciudad romana. Este descubrimiento motivó la creación del Museo de Historia de Barcelona (MHCB), impulsado por el propio Duran i Sanpere, instalado en la Casa Padellàs desde 1943.

En 1956 la columna romana fue trasladada a la sede del Centro Excursionista de Cataluña, donde se conservan los otros restos del Templo de Augusto.

En 1986 se instaló en la plaza la escultura Topos V, una obra de acero fundido de Eduardo Chillida.

SALÓ DEL TINELL
Fue construido entre 1359 y 1370 por encargo del rey Pedro el Ceremonioso al maestro de obras Guillem Carbonell.

El salón fue transformado en el siglo XVI en Real Audiencia y sede de la Inquisición.​ En el año 1718, las monjas del convento de Santa Clara convirtieron este salón en iglesia.​ Fue restaurado en el año 1936, una vez que las monjas dejaron de utilizarlo como iglesia.

Tradicionalmente, es en este salón donde se sitúa la entrevista entre Cristóbal Colón y los Reyes Católicos, tras la llegada de Colón de su primer viaje a América en 1493.​ Aunque según otras versiones, en realidad este encuentro ocurriría en el Monasterio de San Jerónimo de la Murtra, en Badalona.

El edificio tiene planta rectangular (33 metros de largo, 18 de ancho y 12 de alto), cubierta con un envigado sostenido por seis grandes arcos diafragmáticos de medio punto, que se apoyan sobre pilares prismáticos con capiteles esculpidos. Transversalmente a los arcos hay unas estrechas bóvedas de cañón, al lado de los muros laterales. La fachada exterior que da a la plaza del Rey es de época anterior. Entre los contrafuertes, que contrarrestan el empuje de los arcos interiores, se pueden ver ventanas de diferentes épocas: las triforadas, del siglo XIII, o los rosetones, del siglo XIV. La fachada posterior, que da al patio del Museo Marés, es de origen románico, muy transformada.

CAPILLA DE SANTA AGUEDA             
La capilla de Santa Ágata de Barcelona es un edificio de arquitectura gótica del año 1302, situado en la plaza del Rey en el centro del barrio gótico barcelonés. En la actualidad, el Salón del Tinell junto con la Capilla de Santa Ágata forman parte del Museo de Historia de Barcelona.

Fue mandada construir por el rey Jaime II de Aragón y su esposa Blanca de Nápoles para formar parte del Palau Reial Major y sustituir el antiguo oratorio que había en palacio.

El maestro de obras Bertran Riquer fue el encargado de empezar su construcción, seguido en el año 1316 por Jaume del Rei y más tarde por Pere d'Olivera. La construcción siguió bajo el reinado de Pedro el Ceremonioso que mandó hacer la capilla de las Reinas en el crucero de la iglesia; por el rey Martín I el Humano se realizó la capilla que servía de baptisterio, a los pies de la nave. Su dedicación primitiva fue en honor de Santa María, hasta el año 1601 que debido a guardar en su interior las reliquias de santa Ágata, se recibió una bula papal para el cambio de advocación.
La capilla sufrió la desamortización de 1835 y fue destinada a diversos usos, en 1856 se inició una restauración por el arquitecto Elías Rogent. A partir de 1879 se creó en ella el Museo Provincial de Antigüedades con un gran fondo lapidario.​ En la década de 1990 se realizó una nueva restauración por los arquitectos Jordi Casadevall y Alfred Pastor, con obras en la cubierta, el techo, la iluminación y por último la consolidación del campanario.

La arquitectura es de estilo gótico catalán del año 1302 construida sobre una muralla romana. Consta de una sola nave de planta rectangular con un ábside poligonal, un pequeño crucero con la capilla de las Reinas, donde se pueden ver los escudos de María de Navarra y de Leonor de Sicilia, esposas del rey Pedro el Ceremonioso. En los pies de la nave se encuentra una pequeña capilla que servía de baptisterio. La nave está cubierta con doble vertiente con un artesonado de madera policromado. El ábside está cubierto con bóvedas de crucería y detrás de él se encuentra la sacristía excavada dentro de la muralla romana. Situados entre los contrafuertes se encuentran los vitrales con tracerías góticas que iluminan el espacio interior.

Sobre la parte de la sacristía se encuentra el campanario de planta octogonal, con la terminación en ocho frontones triangulares semejando una corona real, estuvo construido en primer cuarto del siglo XIV.

El escultor Juan Claperós, bajo el mandato del rey Pedro de Portugal (1463-1466), realizó sesenta baldosas de tierra cocida con representaciones de ángeles y las armas de Aragón y Sicilia para la pavimentación y este mismo rey encargó el magnífico retablo de la Epifanía que preside la capilla, al artista Jaume Huguet.

PALAU DE LLOCTINENT I MIRADOR DEL REI MARTI
Entre 1549 y 1557 se construyó el palacio del Lloctinent encargado por Carlos I al maestro de obras Antoni Carbonell. Consta de planta rectangular, con cuatro plantas más los bajos, de estilo gótico tardío con elementos renacentistas y un gran patio central, en su planta baja tiene cuatro grandes arcos carpaneles sobre pilares que sostienen una galería de tipo toscano con arcos de medio punto la escalera hacia el piso superior está dispuesta como en los palacios italianos.

En 1555 se construyó también el llamado mirador del rey Martín, una torre rectangular de cinco pisos de altura, habiendo en cada uno de ellos una galería de arcos de medio punto con siete ventanas. En su origen, estas torres tenían finalidad defensiva, como mirador, y también por simple ostentación. De la época medieval, lo más parecido al mirador de la plaza del Rey es la torre Vittoria en Como o las torres de la población toscana de San Gimignano.

La sede que ocupaba la Inquisición y la capilla de Santa Ágata sufrieron la desamortización del año 1835. Durante la Guerra Civil se volvió a descubrir la sala gótica, tapada por un piso añadido, iniciándose su recuperación por los arquitectos municipales Adolf Florensa y Joaquim Vilaseca bajo la dirección de Agustín Durán Sanpere. Al mismo tiempo también se hizo la intervención para acoger el Museo Marés en la parte posterior del edificio, consiguiéndose en su mayor parte, otra vez, la unidad de los edificios.

Nuestro itinerario continuará paseando por el barrio de la Ribera, (el Born), el barrio donde en el pasado convivían los gremios de artesanos con los mercaderes de la ciudad y con los marineros, callejuelas que nacieron alrededor del templo más bello y puro del gótico catalán, que inspiro a Idelfonso Falcones a escribir “La Catedral del Mar”,  la Basílica de Santa María del Mar, la cual podremos visitar (si llegamos antes de las 12.45)

SANTA MARIA DEL MAR
Algunos estudios actuales afirman que se levanta sobre un antiguo anfiteatro o arenas romanas.1​

La construcción comenzó en 1329, tal como lo atestiguan las lápidas del portal de las Moreras (que da al Fossar de les Moreres). Un hecho destacable, que aún perdura: se acuerda que la obra había de pertenecer, exclusivamente, a los feligreses de la zona del puerto y de la Ribera, únicos responsables materiales del templo, ya que ellos fueron quienes la sufragaron, bien con su dinero o bien con su trabajo. Este hecho está en clara contraposición a la catedral que por aquellas mismas fechas también se estaba construyendo y que estaba asociada a la monarquía, a la nobleza y al alto clero. Parece ser que en la construcción participó activamente toda la población de la Ribera, en especial los descargadores del muelle, llamados galafates de la Ribera o bastaixos, los cuales llevaban las enormes piedras destinadas a la construcción de la iglesia desde la cantera real de Montjuïc y desde las playas, donde estaban los barcos que las habían traído a Barcelona, hasta la mismísima plaza del Borne, cargándolas en sus espaldas, una a una. La puerta principal de la iglesia homenajea a los bastaixos que ayudaron a su construcción.

Los muros, las capillas laterales y la fachada se terminaron alrededor de 1350. En 1379, a punto de acabarse el cuarto tramo de bóvedas, se incendiaron los andamios y las piedras sufrieron importantes daños. Finalmente, el 3 de noviembre de 1383 se colocó la última parte de la bóveda y el 15 de agosto del año siguiente se celebró la primera misa. El terremoto de 1428 causó el derrumbamiento del rosetón provocando algunas muertes, por la caída de las piedras del mismo. Aunque pronto se firmó un contrato para construir uno nuevo de estilo flamígero, que quedó acabado en 1459 y al año siguiente, fueron colocadas las vidrieras del mismo. La mayoría de las imágenes y el altar barroco añadidos durante los siguientes siglos resultaron quemados durante el incendio del templo el 3 y 4 de agosto de 1936. Este incendio fue provocado por los anarquistas y comunistas que asaltaron el templo (así como muchas otras iglesias barcelonesas).[cita requerida]

En 1923 recibió el título de basílica menor, otorgado por el papa Pío XI.

Visto desde el exterior el edificio presenta un aspecto macizo y robusto, que no transmite lo que encontraremos en el interior. El predominio de las líneas horizontales y de las secciones de pared sin grandes aberturas ni decoraciones es absoluto. Continuamente se subraya la horizontalidad, marcándola con molduras, cornisas y superficies planas, como si se quisiera evitar una excesiva sensación de altura (a pesar de ser, en realidad, un edificio bastante alto). Globalmente el edificio forma un bloque compacto, sin secciones de pared en diferentes profundidades (solo las correspondientes a las naves) típicos del gótico europeo. Esto permite que la iluminación sea siempre muy plana, alejada de los juegos de luces y sombras que se pueden producir en otras iglesias.

Vista de las naves hacia el presbiterio.
La fachada principal queda enmarcada por las dos torres octogonales (forma que se repetirá en las columnas del interior) y los dos poderosos contrafuertes que enmarcan el rosetón y transmiten la amplitud de la bóveda interior. Horizontalmente podemos ver dos tramos, claramente diferenciados por las molduras y las galerías, mientras que en las torres la horizontalidad queda subrayada, una vez más, por las galerías en lugar de pináculos o agujas. El tramo inferior queda centrado por el pórtico y el superior por el rosetón, con los dos ventanales que lo acompañan entre los contrafuertes y las torres.

La austeridad general es aún más manifiesta en los laterales, formados por una pared plana sin decoración que cierra el espacio entre los contrafuertes y permite la presencia de capillas interiores. La concepción es muy diferente a la de la gracilidad de los arbotantes del gótico francés, que nunca fueron un elemento destacado en el gótico catalán y que aquí han desaparecido por completo.
Horizontalmente se marcan con claridad tres pisos. En el inferior, correspondiente a las capillas laterales, se abren estrechos ventanales, relativamente pequeños, que ritman la pared y corresponden cada uno a una capilla interior y cada tres al espacio entre los contrafuertes. En los laterales se abren también dos puertas: la puerta de Sombrereros y la de las Moreras. Posteriormente se abrió una nueva puerta en el ábside: la puerta del Borne.

El interior
Interiormente es un edificio de tres naves, con deambulatorio y sin crucero. Las naves están formadas por cuatro tramos y el presbiterio consta de medio tramo y un polígono de siete lados, todo cubierto con una bóveda de crucería y coronado con magníficas llaves de bóveda. Formalmente, pues, tenemos un edificio de tres naves, pero parece como si el arquitecto hubiera querido dar la misma sensación de espacio que se consigue con una sola nave. Por eso separa bastante los pilares (15 metros) e iguala mucho las alzadas de las tres naves (1/8 menos las laterales que la central). El resultado es un espacio diáfano, que descarta la división del gótico europeo y se inclina por una idea de espacio único.

La nave central se ilumina mediante óculos abiertos entre las galerías de la nave central y los laterales. Estos óculos se convierten en ventanales entre las columnas del presbiterio, los cuales ocupan casi todo el espacio disponible y contribuyen a reforzar el efecto de las columnas con un semicírculo de luz. Las naves laterales se iluminan con ventanales (uno por tramo y no muy grandes) que también contribuyen a iluminar la nave central.

Merece la pena destacar la austeridad conseguida, una vez más, por las paredes lisas; por las columnas octogonales limpias, ya que los nervios terminan a nivel de los capiteles en lugar de llegar a tierra; por el hecho de que los arcos de las naves laterales y los de la central arrancan de la misma alzada (la línea de impostas, en los capiteles) que dan una mayor impresión de igualdad de las naves, etc.
Se trata del ejemplo más emblemático y depurado del gótico catalán. La importancia que adquirió el barrio de la Rivera partir del siglo XIII como centro neurálgico de mercaderes y armadores hizo que se planteara la construcción de una gran iglesia en sustitución de la vieja Parroquia de las Arenas.

La fachada
Sus tres fachadas, la principal situada en la plaza de Santa María, otra en la calle de Santa María y la del paseo del Born, muestran la esencia del gótico catalán: torres octogonales, abundancia de superficies desnudas y contrafuertes macizos.

La fachada principal está decorada con las imágenes de San Pedro y San Pablo, con un insuperable rosetón de estilo gótico flamígero del siglo XV. En la fachada de la calle Santa María destacan las gárgolas de los contrafuertes, el reverso de las vidrieras y, sobre todo, sus monumentales dimensiones.Su interior es igualmente paradigma del gótico catalán con su amplitud de formas y la austeridad decorativa. Tiene tres naves de gran altura separadas por altas columnas y su armonía consiste en que las naves laterales miden la mitad exacta que la central y la anchura total del conjunto es igual a la altura de las naves laterales. Su riqueza decorativa fue destruida tras los disturbios de 1936, aunque subsisten lápidas relacionadas con el mundo marinero.

(Fuente Wikipedia)


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